Hoy fue un día soñado, de esos que nunca olvidas. Fue el término de varios compromisos, con anécdotas, risas, buenas conversaciones, etc.., y ya casi termina el día.
Estoy feliz de haber concluido con ciertas actividades. Aunque no estaba sola en esto, pues siempre Él me miraba, en todo momento, hasta cuando corro por los pasillos de mi trabajo, como suelo hacer casi siempre, y siempre me siento observada por Él, no apartaba su mirada de mi y por algunos instantes quise abrazarlo, su compañía incondicional me dio fuerzas y me demostré a mí misma que soy valiente, jajaja, bueno solo Él lo sabe. Gracias porque en todo momento estuviste conmigo, apoyándome en mi andar.
Y ya casi termina el día y por fin puedo descansar.
Y yo solo quiero que te quedes conmigo, si es preciso lavaré con gusto tus pies y con mi cabello los secaré.
Quédate conmigo Señor…. Quédate en mi hogar….hoy y siempre…..