domingo, 16 de mayo de 2010

POR ESTE Y TODOS LOS MESES DE MI VIDA...


Te recuerdo joven, valiente como ninguna, elegante como nadie, sofisticada en tu humildad, educadora, siempre con la palabra justa, la mirada tierna, con una fortaleza que pocas veces he visto en mi vida. La que nos decía que ni el oro ni la plata hacen la grandeza de una persona.


Como no recordar cuando de madrugada salíamos junto a mis hermanos hacia tu trabajo donde eras una excelente educadora, todos arriba de un solo coche, ya fuera con lluvia, tormenta, nieve, jajaja. Pero mi infancia la hiciste feliz, dentro de todo tu me enseñaste a ser fuerte frente a la adversidad y créeme mamita que si aprendí.


Gracias por cuidarnos a mis hermanos y a mí, a pesar que tuviste que dejar tu labor como educadora para criarnos. Gracias por ello, pues tal vez no seriamos lo que hoy somos.


Nunca olvidaré tu lema el que decía, que si no había para uno, no había para nadie, que el pan de Dios había que compartirlo aunque fuera uno solo. jaja. Y hasta el día de hoy, todos mis amigos tienen una palabra bella para ti, pues eras realmente especial.


Y aunque en sueños me visites, no te preocupes no dejaré al SEÑOR, pues sé que no lo deseas.


Feliz de ser tu hija, pues la verdad es que yo te elegí a ti, ese fue mi secreto con DIOS.


UN BESITO MAMITA