Ya he llegado a la Capital, han terminado las vacaciones con muchas anécdotas y alegrías.
El Señor ha sido bueno y misericordioso.
Ante todo quiero compartir este versículo que siempre está en mi corazón y que me acompaña donde voy.
“He aquí DIOS es salvación mía, me aseguraré y no temeré”. Isaías 12:2