martes, 30 de marzo de 2010

A TI...


Quiero compartir esta bella canción que hoy recordé con mucha nostalgia, la cuál cantába hace muchos años atrás junto a mis amigos, esos que nunca se olvidan, cuando nos nacía nuestro primer amor a Él.



HAZ LO QUE QUIERAS DE MÍ.


Haz lo que quieras de mí Señor;

Tú el Alfarero, yo el barro soy,

Dócil y humilde anhelo ser,

Cúmplase siempre en mí tu querer.


Haz lo que quieras de mí Señor;

Mírame y prueba mi corazón;

Lávame y quita toda maldad

Para que tuyo sea en verdad.


Haz lo que quieras de mí, Señor.

Cura mis llagas y mi dolor,

Tuyo es, oh Cristo, todo poder,

Tu mano extiende y sana mi ser.


Haz o que quieras de mí Señor,

Del Paracleto dame la unción,

Dueño absoluto sé de mí ser,

Que el mundo a Cristo pueda en mí ver.



Por darme tanto, por soportarme, por perdonarme y por que no decirlo también, por darme mis tirones de oreja, jaja, con todo mi corazón para tí...



lunes, 15 de marzo de 2010

COSECHANDO...


No siempre se cosecha lo que se espera o se acepta lo que se viene, a veces los frutos no siempre son de nuestro agrado y nos parecen lejanos a lo que deseábamos, pero la belleza a esto radica en darle el verdadero sentido a los resultados de nuestro caminar y poder dilucidar lo venidero y volver a empezar.


Pues no siempre nuestras cosechas marcan el final de algo casi lapidario, si no más bien nos dan las fuerzas suficientes para seguir sembrando el camino como si fuera la primera vez, pero con una bella experiencia.


Muchas veces nuestra falta de experiencia nos hace cosechar tristezas y desilusiones, pero siento que son la instancia para invitar a la madurez a que nos visite, jajaja. y a que nos haga mejores personas.


Gracias a mi DIOS por permitirme el experimentar las alegrías, los dulces sentimientos, los sin sabores, las penas y otras emociones, que me han hecho crecer y ver la vida con otra perspectiva.


Comprendiendo que aunque mala o buena sea mi cosecha, tú siempre me darás la oportunidad para volver a sembrar nuevamente.

miércoles, 3 de marzo de 2010

FRAGIL PERO FUERTE...



Amado mío con tu dulce mirar has estremecido mi ser, has probado mi confianza en ti, me has hecho sentir fuerte cuando siento tu protección y tu aroma.


Como temer si he olido tu presencia y me cubriste con tu aroma a violetas en ese lugar seco y hostil que ambos recordamos, cuando deseaba sentirte y te llamé tiernamente en mi angustia, y me asusté, sí, era a violetas no lo olvido, violetas. Y aunque tuve temor en ese instante me hiciste sentir que estabas ahí cerquita a mí.


Aunque no dejo de querer abrazar a mi dulce mamita en estos momentos, estando tan vulnerable y silenciosa con todo, pues solo soy una mujer frágil pero fuerte sostenida solo por su misericordia.


Amado envía tu consuelo y protege a los desvalidos, llénalos de esperanza y fuerza, pues no somos nada, sin tu sombra, ni orgullo ni riquezas ni nada que se le parezca estaran jamás sobre tu fuerte mirada.